Preparar a los
jóvenes para que crezcan fuertes en la pubertad y luego en su recorrido por la
adolescencia, mostrarles el camino del respeto, los beneficios de la disciplina
y de esforzarse por ser constantes, centrados y las múltiples posibilidades para
sentirse físicamente bien y que logren controlar su cuerpo, pulir su carácter,
representan un gran reto para los padres y muestra la necesidad de que los
adultos asumamos nuestras responsabilidades en su educación.
Ser atleta en Artes
Marciales es uno de los caminos para lograrlo. En lo particular, con mis raíces
marciales en Karate (mano sin armas, vacía de mala intención), en Goshin Shin
No Sen (auto protección, iniciativa de la mente y del alma, reacción defensiva
con inteligencia), con un sistema de Karate urbano y contemporáneo se logra una
preparación física completa para poder competir cuando el joven lo desea.
Ayudar al joven a
ser un atleta también es enseñarle los beneficios a nivel psicológico y
emocional, prepararlo para cumplir un objetivo y cómo alcanzarlo con
inteligencia.
Es muy importante
que el joven tenga el apoyo de su familia, su maestro y compañeros, sentir la
energía creada por esa sinergia de quienes lo llevarán a estar listo para que busque
el triunfo, a sobrepasar sus límites, preparar su cuerpo y mente, medirse ante
sus propias capacidades y limitaciones, eliminar sus dudas o temores.
La formación, la
educación y el amor darán a la juventud las herramientas para que sepan manejar
su vida y sus retos.
Julio 2011
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